1. ¡La solución clásica para turistas experimentados que quieren verlo todo!
En primer lugar, pase por el Pabellón de Turismo, plaza Bellecour, para pedir un mapa, obtener valiosos consejos, optimizar su recorrido o elegir una visita guiada o audioguiada y una Lyon City Card.
Luego salude de paso a la estatua ecuestre de Luis XIV (¡note que monta a pelo, como los emperadores romanos!) y cruce el Saona, siguiendo con la mirada la colina de Fourvière, ¡su primera etapa!
Arriba de la colina, verá inmediatamente a la Virgen dorada que vela por la ciudad desde el 8 de diciembre de 1852. ¿Sabía que ella es el origen de la Fiesta de las Luces?
Para llegar, tome el funicular (los lioneses lo llaman La Ficelle) desde la estación de metro Vieux-Lyon, el casco antiguo de Lyon (gratis con la LyonCityCard, pero recuerde validarla).
Desde la explanada de la basílica, una vista panorámica única le permitirá ver toda la ciudad. Mire cómo se ha extendido a lo largo del tiempo hacia el este más allá del Saona y luego del Ródano. Al fondo, se perfila la cadena de los Alpes. Visite la basílica construida a partir de 1872 para agradecer a la Virgen por haber evitado a Lyon la invasión prusiana en 1870. Su arquitecto, Pierre Bossan, la diseñó como una fortaleza mariana, sobria y bruta por fuera y muy ricamente decorada por dentro. Su gigantesca cripta está dedicada a San José y se beneficia de la luz del día, lo cual es excepcional para una cripta (¡que significa escondido en griego!).
No muy lejos, ingrese (es gratis) a Lugdunum, el sitio antiguo de Fourvière. Sentado en las gradas del gran teatro, del año 15 aC, puede contemplar la ciudad. Imagine los tramos de gradas subiendo la colina en la época de Adriano. Más abajo, el odeón, más pequeño, estaba dedicado a la música, la declamación y la poesía, y aún conserva algunos hermosos mosaicos. Si le apasiona esta época, no dude en hacer una visita al museo ubicado en la colina (incluido en la Lyon City Card).
Luego puede caminar hasta el Vieux-Lyon o tomar el funicular en la estación Antiquaille para un almuerzo bien merecido!
Al pie de la colina, el Vieux-Lyon, un barrio medieval y renacentista que se extiende desde Saint-Georges (al sur) hasta Saint-Paul (al norte), pasando por la ineludible Catedral de Saint-Jean. Por sí sola, presenta una gama de todos los períodos sucesivos desde el final del románico hasta el gótico (¡desde el primitivo hasta el radiante y el flamígero!). Pasee por este encantador barrio tomando algunas "traboules". De paso descubrirá magníficos patios interiores con galerías de estilo italiano, pozos y torres de escaleras de caracol... Haga clica quí para preparar su itinerario con los lugares imperdibles del Vieux- Lyon...
Después de este paseo por las calles empedradas del Vieux-Lyon, cruce el Saona por la pasarela del Palacio de Justicia. Baltard, el arquitecto que diseñó su fachada con sus 24 columnas, ¡eligió para la fachada el lado lateral de un templo griego para darle más amplitud y majestuosidad!
Desde la pasarela, a mitad de camino, eche un vistazo al panorama: ¿no cree que la colina de la Croix-Rousse y sus edificios enmarañados tienen un poco de aire romano?
Llega a la Presqu’île… La Plaza des Célestins y su teatro italiano es uno de mis favoritos. Mire a través del periscopio en el centro de la plaza (diseñado por Buren)... ¿Qué es lo que ve ? ¡Una hazaña arquitectónica asombrosa de Wilmotte y Targe!
Disfrute de los escaparates con las elegantes boutiques del Carré d'Or, cruce la Plaza des Jacobins y llegue a la rue de la République de estilo Haussmann (¡rue de la Ré para los lioneses!), al Palacio de la Bolsa, y luego a la Ópera con su cúpula rediseñada por Jean Nouvel, frente al Ayuntamiento. Gire hacia la Place des Terreaux, donde se encuentran el Ayuntamiento y el Palacio de Bellas Artes, y por supuesto la fuente Bartholdi (note que las fosas nasales de los caballos echan humo: ¡un efecto especial impresionante creado por el vapor de agua!).
Si le queda un poco de energía, vaya a La Martinière (tome un desvío gourmet en sus Halles) a la Pared pintada de los famosos lioneses, luego camine por las orillas del Saona para ir a Bellecour. La luz del atardecer sobre las fachadas ocres es muy bonita y las amplias aceras son ideales para pasear.
Pequeño zoom:
Fourvière, el Vieux-Lyon y la Presqu'île son reconocidos como un testimonio excepcional de la continuidad urbana de dos milenios. Forman parte de las 500 ha declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Aquí le ofrezco un itinerario resumido, pero la Presqu'île, desde la Plaza Bellecour hasta la Plaza des Terreaux, pasando por el "Carré d'Or" para agradables compras de lujo, está salpicada de plazas, edificios emblemáticos y museos: Grand Hôtel-Dieu, Theatro Célestins, Museo de la imprenta y Bellas Artes, Iglesia Saint-Nizier, Palacio de la Bolsa, Ayuntamiento y Ópera, entre otros. Sin olvidar Perrache, el apacible barrio de Ainay y su basilica románica.
Puede comer en uno de los numerosos restaurantes, desde el “bouchon” hasta la brasería o los restaurantes con estrella, o tomar un descanso refrescante y gourmet en una cafetería o un salón de té… Los hay en cada esquina.
Después de un día ajetreado, merece descansar... Seguro que esta noche solo desea volver o alargar su escapada a Lyon. Y si por casualidad es posible, ¡aquí tiene algunas sugerencias!
Las variantes...
2. La variante contemplativa
Vaya al Pabellón de Turismo de la Plaza Bellecour para empezar bien el día: Lyon City Card, reserva de visitas, ¡todo está ahí para hacerle la vida más fácil, con una sonrisa para empezar!
Tome asiento en el autobús de dos pisos y empiece una exploración comentada de los principales sitios de Lyon, en una fórmula hop on hop off, que le permite subir y bajar a su ritmo a cada etapa para observar, visitar, tomar una copa o probar alguna especialidad. ¡Tomará el próximo autobús y seguirá el viaje!
¿El almuerzo? Tendrá lugar en el Vieux-Lyon o en la Presqu'île... Y por la tarde, acérquese al Musée des Confluences para dar un paseo científico y humano en el corazón de un barrio muy contemporáneo.
3. La variante deportive y aventurera
¿Le gustaría explorar los lugares imperdibles en bicicleta eléctrica o segway?
Vaya al pabellón de turismo nada más llegar para reservar el resto de la aventura. ¡Solo tiene que elegir su recorrido y su modo de transporte y disfrute de una divertida mañana de descubrimiento!
Por la tarde, un paseo por el Vieux-Lyon o la Presqu'île o, por qué no, la visita de un gran museo (inspírese en el itinerario clásico) debería gustarle.
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